Revelación acusado en robo cableado “certifica” cuestionamiento a seguridad en áreas vulnerables AILA

Las revelaciones surgidas en la audiencia que estableció medida de coerción a uno de los acusados del robo (o sabotaje) del cableado del sistema de iluminación de la pista de aterrizaje del Aeropuerto Internacional Las Américas (AILA), “certifican” seriamente el cuestionamiento a la seguridad y protección que deben tener áreas vitales y vulnerables en el funcionamiento de la referida terminal aérea, para evitar mayores riesgos.

Partiendo de que sea cierta la versión del imputado Luis Abel Bens Álvarez (21 años de edad), en el sentido de que él y sus compañeros, incluido un hermano suyo, lograron penetrar al área que se supone restringida porque ésta se encontraba desprotegida en ese momento, hace suponer los altos riesgos a que están expuestos los vuelos que salen y entran por la principal terminal aeroportuaria comercial del país.

Frente al juez Bernardo Coplin García, del Juzgado de Atención Permanente de Santo Domingo Este, el acusado Bens Álvarez testificó que la llamada “área restringida” nunca tenía seguridad, lo que fue aprovechado por él y sus compañeros para ingresar y cometer el hurto de cable que dejó sin iluminación la pista de aterrizaje del AILA, poniendo en peligro la vida de miles de personas a bordo de varios vuelos que debieron aterrizar o partir en el momento en que se produjo el inesperado evento.

“Magistrado, nosotros penetramos y con una pinza rompimos los alambres, pero no sabíamos que eso iba a ocasionar algo tan grande, de ocasionar el fallo en la pista de aterrizaje. Yo me siento arrepentido, esta es la primera vez que caigo preso”, confesó el imputado cuando el juez le permitió defenderse de la acusación.

Esta revelación, sin duda, denota una deficiencia muy marcada en los servicios de seguridad que deben cubrir zonas o espacios vulnerables del Aeropuerto Internacional José Francisco Peña Gómez.

De hecho, la revelación de uno de los presuntos culpables vuelve a poner sobre la mesa las discusiones surgidas a raíz del acontecimiento, cuando se cuestionó fuertemente la inexplicable ausencia de seguridad, presencial y tecnológica, en un área tan importante, de la que depende en gran medida la seguridad de miles de personas que se transportan por allí.

Aunque se cree que la incertidumbre y exposición a altos riesgos que significó el hecho sucedido el domingo 23 de mayo de este año, hizo generar cambios en torno a las áreas competidas y otras, oficialmente se desconoce de las medidas implementadas, el nivel de las mismas y la eficiencia a conseguir en materia de seguridad.

Tres meses de prisión preventiva

El imputado Bens Álvarez recibió tres meses de prisión preventiva a ser cumplidos en el Centro de Corrección y Rehabilitación de San Pedro de Macorís.

El juez Bernardo Coplin García justificó que dispuso el encierro en el referido penal, a los fines de facilitar las visitas al recluso de los familiares, quienes residen en Andrés Boca Chica.