Hoy más que nunca es una necesidad encontrar alternativas que nos ayuden a eliminar toda, absolutamente toda la vellosidad de la parte íntima. Hombres y mujeres vamos en esa misma dirección, razón por la que abundan productos y servicios en el mercado que prometen dar resultado a esta petición que se le puede llamar universal.
Sin embargo, alguna vez te has preguntado por qué están ahí. No en forma de exclamación sino para darle sentido a un elemento tan molesto, considerado antiestético, pero igualmente necesario.
La respuesta es sencilla, ellos sirven para proteger un área muy sensible de las amenazas externas. Los ojos tienen las cejas y las pestañas, la boca tiene sus bigotitos, el cuerpo entero pequeños ejemplares, las axilas y la parte más recónditas los poseen en mayor proporción porque hay una mayor necesidad natural. La piel de la vagina y el ano es sumamente fina, vulnerable a resequedad e infecciones si decides retirarlo.
A razón de lo publicado por el portal español CuídatePlus, donde Vicente Manuel Leis, portavoz de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), el efecto de tal protección se cumplía en la humanidad pasada, agotando con la misión de mantener la temperatura en la zona genital y con ella mantener la fertilidad.
También guardaba esta zona de los roces, algo que la ropa interior cumple en el mundo actual, – aunque sabemos que hay gente que se la salta – “Este es uno de los motivos por los que el vello en esa zona tiende a ser rizado, para que tenga más volumen y mayor eficacia a la hora de proteger y de mantener la temperatura”. Pero, además, en los seres humanos más primitivos su crecimiento era un indicativo de fertilidad en la mujer, apta ya para tener descendencia”, explica el especialista, quien entiende que los vellos de esa zona no tienen mucha utilidad, dando cierto permiso de que acabes con ello.
Fuente: DL
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