“Cuando te encuentras con tu alma gemela, lo sabes. He tenido la suerte de haber conocido la mía”, escribió hace un año atrás en su cuenta de Instagram la princesa Marta Luisa de Noruega sobre su nueva relación amorosa. Lo acompañó de una foto donde se la vio enamorada. El hombre es Durek Verrett, un chamán de 44 años con sangre noruega que vive en Los Ángeles, Estados Unidos.
Este viernes, la revista Vanity Fair, en su edición del país norteamericano, publicó una larga entrevista que la pareja realizó antes de la pandemia, en 2019, donde confiesan sus planes de boda. Según Verret, cuenta con la aprobación de sus suegros, los reyes Harald y Sonia. Sin embargo, aún no hubo una propuesta matrimonial formal, ya que espera el “momento adecuado”.
Marta Luisa, primogénita de los reyes noruegos, ocupa el cuarta puesto en la línea de sucesión al trono. Estuvo 14 años casada con el fallecido escritor y pintor Ari Behn (47), que se suicidó en diciembre de 2019. Se había separado en 2016 y formalizaron su divorcio, el primero en la Casa Real noruega en dos siglos, al año siguiente. Juntos tuvieron tres hijas: Maud Angelica, de 17 años; Leah Isadora, de 15; y Emma Tallulah, de 12.
Desde entonces, a la princesa se le han atribuido varias parejas, pero recién en abril de 2020, en una entrevista con la periodista noruega, Else Kåss Furuseth le aseguró que deseaba enamorarse de nuevo.
El vínculo con Durek ha despertado las criticas en la opinión publica, ya que muchos aseguran que aprovecha los contactos de la princesa para hacerse conocido. Además de ser actor, es curandero mediador “o puente entre los planos espiritual y físico”, según sus propias palabras.
Durante el reportaje a Vanity Fair, Durek dijo que había planeado pedirle matrimonio cuando estuvieron juntos de vacaciones en Hawaii, pero toda la familia estaba de luto por la muerte de Ari Behn. Desde ese entonces, era la primera vez que la princesa se separaba de sus hijas, después de volcarse al 100% en ellas tras la tragedia. Por eso, al chamán no le pareció el momento ideal para sellar un compromiso formal y empezar a planear la celebración. Sin fecha fija, habrá que esperar para otra boda real.
Desde que están juntos, la princesa se ha mostrado muy activa por su lucha contra el racismo. En más de una ocasión ha publicado una reflexión con respecto a la situación global. “Ser la novia de @shamandurek me ha dado un curso intensivo sobre cómo está en juego la supremacía blanca y la forma en que consciente e inconscientemente he pensado y actuado con los negros. Cómo he dado por sentados mis derechos, nunca miré adecuadamente lo que realmente es el racismo, porque me ha gustado que el sistema esté en su lugar. No estoy orgullosa de ello, pero me doy cuenta de que necesito llegar a comprender este sistema profundamente arraigado para poder ser parte de su desmantelamiento», escribió.
Además, se comprometió a cambiar su modo de obrar: «Yo, como persona blanca, necesito crecer, educarme y mejorar y pasar de estar en contra del racismo a ser antirracista. El racismo no es sólo lo obvio: la discriminación abierta, el maltrato y el asesinato de personas negras, contra lo cual es fácil y obvio tomar una posición. Está en los detalles (que no tenía ni idea de que aún existían). Está en la forma en que la gente se aleja de Durek. Cómo los amigos asumen que miente sobre todo. Que es malo por ser amable. Las palabras murmuradas entre dientes, dejándole perfectamente claro que no tiene un lugar natural en la mesa”, fueron algunas de las palabras de la princesa.
Por otra parte, desde mitad de año que la princesa de Noruega está filmando una serie de documentales para mostrar su vida “de una manera diferente”. Se llama Märtha, y reflejará el impacto que ha tenido en ella la pandemia y el suicidio el día de Navidad de su ex marido Ari Behn.
Fuente: Infobae
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