Una serie de incidentes de abuso de poder en corea del Sur denominado “gapjil” ha despertado la polémica sobre la delgada línea que hay entre la soberbia y los estereotipos de sumisión de las mujeres asiáticas, que se detonó por un incidente con la cantante pop Irene (Bae Joo-hyun) del grupo Red Velvet.
Casos como el de una niña menor a 10 años que humilló a su chofer de 50 o la condena de Cho Hyun-A, hija del presidente de Korean Air que obligó a un avión que había despegado a regresar para despedir a un empleado que no le preguntó cómo quería sus nueces además de obligarlo a arrodillarse, detonó que la sociedad surcorena condenara este tipo de actitudes.
El caso que involucró al mundo del K-Poo se dio cuando Kang Kook Hwa, editora de fotografía y estilista denunció el 22 de octubre en su cuenta de Instagram las humillaciones que recibió de parte de una celebridad del pop, que por lo relatado al agregar los hashtags “#psycho” y “#monster”, fans consideraron se trataría de Irene de Red Velvet.
Explicó que durante los 15 años había visto de todo, sin embargo las exigencias y humillaciones de la estrella durante 20 minutos sobrepasaban todo el ámbito de respeto, incluso la hizo llorar, sin embargo lo había grabado todo.
Poco después Irene escribió lo siguiente en Instagram:
«Soy Irene. Sinceramente me disculpo por herir a la estilista con mi actitud tonta y palabras y acciones descuidadas.
«Llegar a este punto involucra la ayuda de muchas personas que han trabajado conmigo pero mis acciones inmaduras causaron gran dolor y me arrepiento de eso.
«He estado reflexionando debido a esto, y me siento muy avergonzada por las palabras y acciones y una vez más siento lo precioso que el staff es.
“Seré más cuidadosa sobre mis acciones en el futuro para que esto no vuelva a pasar. Sinceramente me disculpo con los fans que me apoyan y a todos a quienes causé preocupación por esto”.
Su productora SM Entertainment también compartió la siguiente declaración:
«Irene personalmente se reunió con la estilista esta tarde y se disculpó sinceramente por herirla con su actitud descuidada, palabras y acciones, y ella se siente apenada por causar preocupación por su inmadurez.
“Nuestra agencia siente responsabilidad por este incidente y no olvidamos el gran trabajo de todos los representantes y staff que trabajan juntos con nuestra compañía y nuestros artistas. Trabajaremos duro para que esto no pase de nuevo con las personas con quienes trabajamos. Una vez más nos disculpamos por causar preocupación en muchas personas”.
Al darse a conocer el incidente muchos internautas comenzaron a realizar videos cortos con extractos de Irene y actitudes que en la edición que parecieran individualistas, poco cooperativas, miradas despectivas hacia sus compañeros y miembros del staff, sin embargo hay muchas opiniones al respecto.
Un usuario identificado como Saebom Cecile Kwak aseguró que trabajó con ella durante largo tiempo y explica en un post que lo que se ve detrás de cámaras es muy diferente a lo que pasa en realidad, muchas horas de grabaciones, cansancio, malos ratos pero no por eso se puede catalogar a una persona y que muchas de etas escenas son momentos de estrés y presión que todo el mundo tiene y no una actitud negativa permanente.
“La Irene que yo conocí es una mujer que sabe lo que quiere, que dice de frente su opinión, que es clara y correcta, nunca sentí que ejerciera abuso de poder hacia algún miembro del staff”, dijo por su parte otra usuaria Ellena Yin, lo que extendió el debate sobre lo que se percibe o se espera de una celebridad femenina asiática a diferencia de celebridades estadounidenses o europeas.
La creciente controversia sobre las acciones de Irene se produce cuando Corea del Sur acepta el fenómeno conocido como “gapjil”, o lo que el ex corresponsal de la Agence France-Presse en Seúl, Hawon Jung, describe como “abusar o intimidar a otros usando la jerarquía social y el poder”.
Jung, que está escribiendo un libro sobre la Movimiento #MeToo en Corea del Sur, consideró en el portal South china Morning Post que cree que gran parte de la ira hacia Irene proviene del ajuste de cuentas del país con el “gapjil”.
En Corea del Sur, se espera que las estrellas, especialmente los miembros de bandas de chicos y grupos de chicas, mantengan una imagen saludable. Las mujeres en particular tienen un alto nivel, y las estrellas del K-pop femeninas a menudo son criticadas por controversias menores que los artistas masculinos.
Por ahora, Jung cree que es difícil decir si la controversia de Irene significará el final de Red Velvet o si se le dará otra oportunidad.
“No sé cómo se desarrollará esto, o cómo afectará la carrera (de Irene), pero para mí, todo el alboroto de los medios sobre su percepción de gapjil parece indicar que los medios aplican estándares morales mucho más implacables a las estrellas femeninas que estrellas masculinas, como siempre lo han hecho”, finalizó Jung.
INFOBAE
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