Has visto que al cortar las manzanas, estas suelen oxidarse bastante rápido, ¿verdad? Pues hay dos trucos caseros y muy sencillos para evitar que esto se acelere. ¡Mira!
¡Usa agua fría! Al cortar la manzana en rodajas, colócalas en un recipiente con agua fría y papel de cocina encima para que no floten en la superficie. Este truco evitará que estén en contacto con el aire y que no se pongan feas.
¡También puedes usar agua con un poco de sal! Apenas una cucharada de sal en una taza de agua, bien disuelta, puedes verterla sobre las rodajas cortadas y dejarlas reposar en agua. No te preocupes por el sabor, puesto que al querer consumirlas bastará con enjuagarlas bien para que tengan su sabor habitual.
Fuente: DL
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