Panorama

Cuatro curiosas teorías de por qué las botellas de vino son de 750 ml y no de 1 litro

Te retamos a encontrar una botella de vino que sea de un litro. Aunque cada vez es más común encontrar mega botellas de 1.5 litros o incluso galones de vino tinto, es casi imposible encontrar una botella de un litro exacto. ¿La razón? Una medida tomada en el siglo XIX para hacer la transportación del vino más fácil.

La regla general es que las botellas de vino sean de 750 ml y hay varias teorías de por qué esto sucede aún hoy.

La medida perfecta para una o dos personas

Hay otra teoría que señala que esta medida, estandarizada en 1970, se debe a que era la cantidad recomendada en la Edad Media de consumo de vino para una sola persona. Otros señalan que es la cantidad perfecta para una cena para dos personas.

La idea romántica del origen de la botella de vino

Otra teoría, y probablemente la más romántica, es que las botellas de vino son de 750 ml porque es justo la capacidad de los pulmones de un soplador de vino.

La leyenda dice que las botellas son de esa capacidad porque es lo máximo que un soplador de vino puede hacer para formar de una sola vez una botella.

Un problema de sistemas de medición

Hay historiadores del vino que señalan que las botellas de esta capacidad responden a la forma en la que se solía transportar el vino de Burdeos en el siglo XIX.

De acuerdo con el libro “La botella de vino, historia de una revolución” (Tallandier, 2013), los franceses enviaban a Inglaterra barricas llenas de vino. El problema era que ambos países tenían sistemas de medición diferentes. Mientras en Francia eran los litros, en Inglaterra eran los galones.

La manera más fácil de solucionar esta diferencia fue hacer la cuenta de cuántas botellas saldrían de un barril de 225 litros, equivalentes a 50 galones. De este modo, y para tener medidas exactas, lograban extraer 300 botellas de 750 ml cada una sin desperdiciar el vino.

La medida para vender por botella o por copa

En la Inglaterra del siglo XVII, se establecía que la diferencia legal para vender bebidas alcohólicas por botella o por trago era la medida equivalente a un quinto de galón o 750 ml.

Lo mejor de esta medida es que sus botellas eran fáciles de apilar y transportar sin riesgo a que se rompieran o se desperdiciara el vino, como si podía suceder con las barricas de madera.

Fuente: R.S.V.P

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