Vida y Estilo

Cinco hábitos nocturnos que aumentan tu ansiedad

Tu rutina nocturna puede tener un efecto nocivo en tu bienestar general

Cada persona sigue su propia rutina antes de acostarse y darle punto final a su día, pero todo lo que hace puede afectar la efectividad de este período de descanso o, peor aún, aumentar tus niveles de ansiedad durante la noche.

El primer paso para corregir esta situación es identificar aquellos hábitos nocturnos que aumentan tu ansiedad y, en caso de que estos problemas persistan, siempre es recomendable contactar a un profesional de salud mental. Expandir imagen

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1. Rumiaciones antes de dormir

Como la mente tiende a estar más activa durante la noche es muy común dedicarle tiempo a reflexionar sobre eventos pasados, posibles situaciones futuras o hasta ensayar mentalmente las acciones del día siguiente antes de irse a dormir.

Aun así, si pasas demasiado tiempo pensando en problemas o situaciones estresantes antes de acostarte, es muy probable que tengas problemas para conciliar el sueño. Este es un ejercicio mental que puede exacerbar los pensamientos negativos y aumentar tu ansiedad.

2. El mal uso de dispositivos electrónicos

Hay que tener mucho cuidado con el uso de los dispositivos electrónicos cuando se acerca la hora de acostarse.Es muy fácil caer en la trampa de costumbres estresantes como el el Doomscrolling, también conocido como doomsurfing, término que se refiere a la estresante costumbre de pasar demasiado tiempo buscando contenido negativo en las redes sociales o medios de comunicación.

Por otro lado, no se puede olvidar que la luz azul emitida por teléfonos inteligentes, tabletas y computadoras puede interferir con la producción de melatonina, la hormona responsable de regular el ciclo de sueño-vigilia. Este efecto puede dificultar tu capacidad para conciliar el sueño y contribuir a tu ansiedad.Expandir imagen

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3. Falta de actividad física

Las actividades físicas que realizas durante el día y hasta momentos antes de acostarte pueden tener un fuerte impacto en la calidad de tu sueño y en tus niveles de ansiedad.

Por ejemplo, la falta de ejercicio regular durante el día puede llevar a un exceso de energía acumulada, lo que hace más difícil la posibilidad de que puedas conciliar el sueño por la noche.

Asimismo, antes de dormir las técnicas de relajación pueden ser de gran ayuda. Una simple meditación o un ejercicio de respiración profunda te puede ayudar a evitar pensamientos ansiosos y allanar el camino para un sueño más tranquilo.

4. El efecto de los hábitos alimenticios

Los alimentos que consumen también juegan un papel muy importante en la calidad de tu rutina de sueño y qué tanto pueda aumentar o disminuir tu ansiedad.

Hay que tomar en cuenta que consumir alimentos pesados, picantes o grasosos antes de acostarte puede causarte un malestar estomacal y evitar que puedas dormir bien. Asimismo, los niveles fluctuantes de azúcar en la sangre pueden contribuir al aumento de la ansiedad durante la noche.

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5. Discusiones y conversaciones estresantes antes de acostarte

Conversar con una pareja, familiar o hasta con una amistad al final del día para ponerse al día o simplemente para desahogarse es una costumbre muy normal, pero se puede convertir en un problema cuando la conversación se vuelve un intercambio angustioso y estresante.

Si participas en discusiones estresantes antes de dormir, se puede activar tu sistema nervioso simpático, aumentando la producción de hormonas del estrés como el cortisol, lo que estorbaría tu habilidad para conciliar el sueño. Este tipo de intercambio también genera esos pensamientos intrusivos que interfieren con alcanzar la relajación que necesitas para dormir profundamente.

Fuente: Diario Libre

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