No es raro que hayas escuchado la historia de alguien que tenía un trabajo estable y de pronto anuncia que ha renunciado a su empleo para crear su propia empresa.
«No quiero depender de otros, quiero ser mi propio jefe», suele ser la explicación.
Atrás quedará la estabilidad de contar con un salario seguro a fin de mes, a cambio de perseguir el éxito de un nuevo desafío.
¿Estamos frente a una persona audaz o frente a una persona imprudente?
No hay una única respuesta, le dice Derek Rucker, profesor de Marketing de la Universidad de Northwestern, Estados Unidos, a BBC Mundo.
Fuente: BBC
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